- La radio: era un arma de
propaganda política que utilizaban los dos bandos para informar de los avances
de la guerra.
Antes de
estallar la guerra civil, la radio en España estaba muy retrasada respecto a
otros países. Las emisoras españolas en funcionamiento eran de propiedad
particular. No existía prácticamente ninguna audiencia fuera de nuestras
fronteras. Estas vivían de la publicidad.
Por el contrario las estaciones europeas tenían fuertes respaldos de los
gobiernos respectivos y eran un vehículo importante de cultura y de realización
de la política internacional que cada problema y cada momento exigían.
Con
la llegada de la II República, el número de personas que disponía de un aparato
receptor aumentó y la audiencia de este medio se engrosaba día tras día. Así que durante la II
República fueron surgiendo un gran número de estaciones locales, que engancharon a muchas personas a lo largo de todo el
territorio español. Sin
embargo, con el estallido de la Guerra Civil española, el 18 de julio de 1936,
las cosas empezaron a cambiar. La radio se destapó como un gran medio de
propaganda política que fue utilizado por los bandos combatientes para emitir
sus particulares arengas.
La implantación de una nueva dictadura,
encabezada por el General Francisco Franco, supuso una larga temporada de
dominio político sobre el sistema radiofónico. Poco antes de que acabara la
Guerra Civil, se crea Radio Nacional de España, a la que se le otorgará el
monopolio de la información en nuestro país. Además, la entonces Unión Radio se
transforma en la actual Ser (Sociedad Española de Radiodifusión). El número de personas que disponía de un aparato receptor aumentó y la
audiencia de este medio se engrosaba día tras día. Llegó a haber 300.000
receptores declarados, pero eran muchos más. La radio se escuchaba en lugares
públicos como casinos y bares, lo que aumentaba de forma considerable la
audiencia, sin contar con la desconsiderada costumbre de poner los receptores
cerca de las ventanas y patios de las casas, con el volumen al máximo.
La entrada de las tropas nacionales en
Cataluña supuso la desaparición de la radio en catalán. Así que a partir de ese
momento la Falange será la responsable de los espacios que emiten las ondas
radiofónicas.
Esta situación desembocó en nuevamente en la instauración de
la censura (la Ley de Prensa así lo establecía), las radios no podían programar
nada que el poder político no quisiera. Las estaciones
distintas a Rne sólo podían elaborar las noticias comarcales y locales, siempre
bajo supervisión de la autoridad competente. Aunque la programación radiofónica se vió
profundamente alterada por la guerra, una parte importante de la misma continuó
siendo musical, lo que convertía a la radio en un medio de evasión importante.
Pero sobre todo, las radios de una y otra zona dedicaron espacios a las llamadas de socorro, mensajes
solicitando información sobre parientes con los que se había perdido el
contacto al iniciarse la guerra. Además los dos bandos usaban la radio para
enviar sus proclamas. En las ciudades donde triunfó desde un primer momento el
denominado Alzamiento Militar la radio funcionó como un instrumento
más al servicio de los intereses de los militares sublevados.
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